Sala del Credo

Sala del Credo

La segunda sala situada en la Torre Borgia, que se articula de forma semejante a la contigua Sala de las Sibilas, debe su nombre al Credo, que según una tradición que se extendió a partir del siglo IV fue compuesto por los Apóstoles con inspiración divina antes de dejar Jerusalén para llevar a cabo su misión de evangelización.
Los versículos del Credo, que se pueden leer en las cartelas que aletean en las manos de los doce Apóstoles, se alternan con los de los Profetas que los pronunciaron, confirmando una continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Iniciando desde la ventana se suceden las parejas: Pedro-Jeremías, Juan-David, Andrés-Isaías, Santiago el Mayor-Zacarías, Mateo-Oseas, Santiago el Menor-Amós, Felipe-Malaquías, Bartolomé-Joel, Tomás-Daniel, Simón-Malaquías, Tadeo-Zacarías y Mateo-Abdías.