Judit y Holofernes

Judit y Holofernes

(Judit 13,1-10)

Quedaron en la tienda sólo Judit y Holofernes, desplomado sobre su lecho y rezumando vino (Judit 13, 2)... Avanzó, después, hasta la columna del lecho que estaba junto a la cabeza de Holofernes, tomó de allí su cimitarra, y acercándose al lecho, agarró la cabeza de Holofernes por los cabellos y dijo: "¡Dame fortaleza, Dios de Israel, en este momento!". Y, con todas sus fuerzas, le descargó dos golpes sobre el cuello y le cortó la cabeza (Judit 13, 6-8)... y saliendo entregó la cabeza de Holofernes a su sierva... (Judit 13, 9)

En el Antiguo Testamento se narra el episodio de Judit que salvó su ciudad Betulia del asedio de Holofernes, general del rey babilónico Nabucodonosor, dándole muerte después de un banquete durante el cual le habían embriagado, decapitándolo y llevando más tarde la cabeza a sus conciudadanos (Judit caps. 10-13). El episodio se encuentra representado en tres escenas: a la izquierda, están las guardias dormidas; en el centro, Judit y la sierva que cubren la cabeza del muerto con un paño, presunto retrato de Miguel Ángel; por último, a la derecha, se ve el cuerpo de Holofernes mutilado.