Museos Vaticanos

En 1967 Angelo Biancini realiza una serie de doce relieves en cerámica, dedicados a las historias de San Pablo. Los episodios, tomados de los Hechos de los Apóstoles, recorren las etapas más significativas —desde la Caduta hasta el Martirio— de la vida del santo, protagonista absoluto de cada baldosa, como pone de relieve la desproporción de su figura respecto a los demás personajes. Casi como si se tratase de un “tebeo”, el artista connota el personaje a través de las dimensiones y la fisonomía reconocible y enriquece cada escena con pocos elementos que facilitan el reconocimiento de los lugares y los temas: en Arrivo ad Atene se reconoce el Partenón, mientras que el Coliseo aparece en la baldosa Verso Roma. Maestro en el arte de la cerámica reflejada, Biancini confirma aquí su pericia técnica haciendo las superficies ilusoriamente semejantes a la madera: las escenas, de un estilo sintético y geométricamente rudo, parecen talladas en maderas distintas, caracterizadas por tonalidades cromáticas que esfuman del rojizo al amarillo ámbar hasta los tonos oscuros.