Museos Vaticanos

La Sala Matisse alberga un preciosísimo núcleo de obras relativas a la fase proyectiva de la Chapelle du Rosaire de Vence, en Provenza, a la cual el artista dedica sus últimos años de trabajo —de 1948 a 1952— sumamente fértiles. La primera que ingresa en la Colección es una fundición en bronce del Crucifix para el altar, donada en 1973 por las hermanas dominicas de Vence; en 1980 se añaden el dibujo preparatorio a tamaño natural para la cerámica del presbiterio que representa La Vierge à l’Enfant, y los bocetos 1:1 para las tres monumentales vidrieras policromas del ábside, del coro y de la nave, realizados con la técnica del papier découpé, todos ellos donados a los Museos Vaticanos por el hijo del artista, Pierre Matisse.
La realización de la sala fue posible gracias a la contribución de los Patrons of the Arts in the Vatican Museums y, en particular, al generoso apoyo de Liana Marabini, que patrocinó todo el proyecto.