Marc Chagall, Le Christ et le peintre

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Marc Chagall, Le Christ et le peintre
Marc Chagall, Le Christ et le peintre
Sala 18. Arte sacro en Francia años 20 – 50

En la aguada Le Christ et le peintre Chagall vuelve a afrontar un tema importante para él desde inicios de los años diez, cuando inmerso en el estimulante ambiente parisino, se había retratado delante del caballete con la Tour Eiffel de fondo. En esta variante de 1951 —una de las tantas que concibe sobre el tema de la Crucifixión— vuelve a retratarse con la paleta en la mano, pero añade, entre su figura y el lienzo apenas esbozado, la figura de Cristo en la cruz, situado en el centro de la escena, de un encarnado amarillo-dorado que da a su presencia un carácter todavía más sobrenatural. El acto del Sacrificio se convierte así en metáfora del tormento de la creación artística: «como Cristo yo estoy crucificado, clavado con los clavos al caballete», escribe Chagall. El espacio circunstante está animado por presencias típicas de su universo fabuloso que vuelan, leen la Biblia o sujetan la menorá, el candelabro hebreo, alusión del apego de Chagall a su cultura de origen.