Museos Vaticanos

La espléndida obra en cera Aetas Aurea es una de las tres versiones que Medardo Rosso dedica al doble retrato de su mujer Giuditta Pozzi con el hijo Francesco. La obra, como formulación, reproduce el anterior Amore materno de 1883, año en que el artista inicia a plasmar sus esculturas con la cera, material que en Italia no tenía precedentes.
En esta obra vuelve a proponer el tema de la madre que besa al niño, pero en lugar de crear una escultura en tondo, decide modelar sólo la parte anterior, olvidando la posterior y concentrándose en los efectos luminosos de la superficie. La solución de los dos rostros, que se funden uno en el otro, acentúa la intensidad de la relación entre la madre y el hijo. El planteamiento de la composición, construida sobre la diagonal, da a la imagen un dinamismo, que anima con una atmósfera vital y extrañamente inestable el contacto entre los dos.