Alberto Burri, Natura morta; Catrame II

Photogallery

Alberto Burri, Natura morta; Catrame II
Alberto Burri, Natura morta; Catrame II
Alberto Burri, Natura morta; Catrame II
Alberto Burri, Natura morta; Catrame II
Sala 24. La segunda posguerra en Italia

Burri comienza a dedicarse a la pintura hacia mediados de los años 40, realizando pequeños paisajes y naturalezas muertas, cuya característica es una fuerte sensibilidad por las cualidades físicas de los colores. La Natura morta de las colecciones vaticanas es un ejemplo raro de esta breve fase, a la que sigue entre 1948 y 1949 un claro viraje hacia experimentos informales que tratan de desarrollar las potencialidades expresivas de la materia. El interés de Burri es desencajar los procedimientos normales de la pintura, probando nuevas combinaciones: inicia así a mezclar los pigmentos con aceite de alquitrán, acetato de vinilo, cementita. Catrame II es uno de los primeros ejemplos de esta búsqueda, que el artista profundizará confrontándose con los materiales más diversos. Además de los famosos “sacos” de yute, usará plásticos, maderas, celotex, hierros, ampliando progresivamente las dimensiones de sus creaciones hasta llegar a realizar, entre 1984 y 1989, el Grande Cretto de Gibellina: reconstrucción monocroma de las calles de dicho pueblo arrasado por un terremoto en 1968, obtenido usando los escombros.