Museos Vaticanos

La Colección se precia de un importante núcleo de obras de los protagonistas del Expresionismo alemán, que entraron a formar parte de la Colección para la inauguración en 1973. Las dos salas ofrecen una panorámica de nombres a veces menos conocidos de esa fertilísima temporada: abre la sección un precursor, el belga James Ensor, con dos obras de los años diez dedicadas a temas sagrados. Del grupo Die Brücke, nacido en Dresde en 1905, dependen las obras de los fundadores Kirchner, Heckel y Schimdt-Rottluff, a los que más tarde se unirán Nolde y Pechstein, presentes en la Colección con algunos espléndidos gráficos. Mientras en Der Blaue Reiter se refiere la magnífica naturaleza muerta de la compañera de vida de Kandinsky, Gabriele Münter. En cambio, conectan con la investigación de la Nueva Objetividad (Neue Sachlichkeit), nacida en los primeros años de la posguerra en el ámbito del renovado interés del arte europeo por la realidad tangible, las pinturas de Otto Dix, representativas de su producción dedicada a temas sacros durante y después de la segunda guerra mundial.