Epitafio con reflexión consolatoria

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Epitafio con reflexión consolatoria
Epitafio con reflexión consolatoria
Sección XV. Inscripciones de los cristianos en lengua griega

Θάρσει Άσκλᾶς: οὐδεὶς ἀθάνατος “Ten valor, Asclás: nadie (es) inmortal”. Una exhortación a superar con valentía el fin de la vida terrena es la que los dedicantes dirigen al difunto, acompañándola con una reflexión consolatoria, humana antes que religiosa: la muerte es la suerte común de todos los seres vivos. La fórmula “nadie es inmortal”, combinada también a verbos como “ten buen ánimo”, “ten buena suerte”, “no te aflijas”, “no te entristezcas”, es típica sobre todo de los textos encargados por cristianos, pero no únicamente: la encontramos también en los textos judaicos (véase los documentos del Lapidario Hebreo de los Museos) y paganos. Un ejemplo de estos últimos está en la Galería (pared 13,15): los dedicantes, para consolar al difunto, recuerdan que ni siquiera Heracles fue inmortal. Cierra nuestro texto una rama de palma, de incierta función decorativa o simbólica (victoria sobre la muerte).