Inscripciones fechadas

La disposición de las veinticuatro paredes del Lapidario Cristiano, que Giovanni Battista de Rossi montó con previsora atención a los aspectos didácticos en la logia del patio del Palacio de San Juan de Letrán, se respetó sustancialmente cuando se realizó el montaje de la colección en el ámbito de los Museos Vaticanos: esta prevé, después de los primeros tres espacios reservados a las “inscripciones sagradas”, una vasta sección de “epitafios elegidos”, reagrupados en base a diferentes criterios: las paredes de la IV a la VII, en particular, que comprenden parte del sector actualmente expuesto al público, están dedicadas a la secuencia cronológica de las inscripciones “fechadas”. La indicación del año en curso, según la praxis más generalizada en época romana, preveía la mención de la pareja de los “cónsules” (principales magistrados urbanos) que ocupaban el cargo en ese momento, justamente, con duración anual.