Museo Gregoriano Egipcio

Museo Gregoriano Egipcio

Fundado por iniciativa del papa Gregorio XVI en 1839, el Museo Gregoriano Egipcio consta de nueve salas, con un amplio hemiciclo que se abre hacia la terraza de la “Hornacina de la Piña”, en la cual están situadas algunas esculturas.
La primera disposición de las salas, anteriormente parte del apartamento de retiro de Pío IV, en el palacio del Belvedere de Inocencio VIII, corrió a cargo del padre barnabita Luigi Ungarelli, eminente egiptólogo de la época, discípulo de Hipólito Rosellini. Del montaje primitivo hoy todavía se pueden observar, en algunas salas, diversos elementos arquitectónicos y decoraciones parietales de inspiración exótica que recordaban el ambiente nilótico.
La colección es especialmente interesante por su relación con el territorio, rica de material del Egipto romano y de la Roma de estilo egipcio. Numerosos monumentos del núcleo más antiguo llegaron en efecto a la Urbe por voluntad imperial, con el objetivo de embellecer edificios, santuarios y villas, como el grupo estatuario de los Huertos Salustianos, actualmente expuesto en la sala del Hemiciclo. Asimismo son numerosas las obras egipcias de fabricación romana, testimonio de un momento importante de la historia de la cultura faraónica, como en el caso de los restos arqueológicos provenientes del espléndido escenario que fue la Villa de Adriano en Tívoli.
Las últimas tres salas del recorrido están dedicadas a restos del Oriente Próximo antiguo, que pasaron a enriquecer la colección de los años 70.