Ushebtis del faraón Seti I

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Ushebtis del faraón Seti I
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Ushebtis del faraón Seti I
Ushebtis del faraón Seti I
Sala II. Trajes funerarios del antiguo Egipto

Este grupo homogéneo de veintidós estatuillas funerarias ushebtis proviene de la tumba del faraón Seti I, padre del gran Ramsés II. La sepultura, situada en el Valle de los Reyes, fue descubierta el 16 de octubre de 1817 por Giovanni Battista Belzoni. Actualmente se sigue considerando la más espléndida sepultura real jamás hallada. Aunque la tumba fue violada, en su interior todavía se conservaban algunos objetos del ajuar. Entre los restos recuperados hay cerca de 700 ushebtis, hoy esparcidos en numerosas colecciones de todo el mundo. Es probable que los ejemplares del Vaticano llegaran de la mano del mismo Belzoni, quien también hizo donación al museo de un lote de papiros.
Estos ushebtis fueron realizados utilizando diversas especies leñosas. Son momiformes, con una peluca tripartita y los brazos cruzados sobre el pecho. El cuerpo presenta una inscripción jeroglífica que contiene el nombre del soberano y el capítulo VI del Libro de los Muertos.
Los ushebtis están recubiertos de una sustancia negra brillante, identificada como una resina vegetal —definida convencionalmente “barniz negro”—, símbolo de supervivencia más allá de la muerte.
Son estatuillas que valen como sustituto del difunto, que las llamaba a sustituirlo justamente en las tareas del campo en la vida ultraterrena. Se realizaban con materiales y dimensiones diversas, albergadas en cajas o colocadas al lado del sarcófago, pero su función sigue siendo la de “responder” a la llamada del difunto: ushebti significa precisamente “aquel que responde”.