Sala IV. Egipto y Roma

Esta sala, al igual que la anterior, todavía conserva parte de la decoración ochocentista original del museo.
Aquí se reúnen algunas esculturas de estilo egipcio, producto de la fuerte influencia que ejerció la cultura faraónica en la sociedad romana imperial de los siglos I-III d.C.
Con la victoria de Augusto en la batalla de Azio del año 31 a.C. y la muerte de Cleopatra, Roma conquistó Egipto, que se convirtió en una provincia del imperio, una de las más importantes por riqueza material y cultural. Obras y monumentos, entre los cuales obeliscos, se transportaron a Roma, secundando una política de celebración de la conquista del país, para adornar edificios públicos y residencias privadas. Junto a la importación de obras originales, se desarrolló una producción artística romana inspirada en los temas tradicionales del arte egipcio, reinterpretados con un lenguaje clásico, dando vida a creaciones originales.