Museos Vaticanos

La escena del banquete etrusco estaba iluminada con candelabros, con las velas enfiladas lateralmente por los brazos horizontales, como se ve en las pinturas de la tumba Golini de Orvieto.
Éste y otro candelabro gemelo fueron hallados en Vulci en la Cuccumella, cerca de la Abadía, durante las excavaciones de Luciano y Alexandrine Bonaparte, príncipes de Canino, en los años 1828-1829. La cima está adornada con un bronce que representa un guerrero con armadura y túnica, en una parcial desnudez heroica, que sujeta por las bridas un caballo rampante protegido por una falera.
Es posible que sobre estos dos candelabros estuviesen representados los Dioscuros, divinidades guerreras y agonales así como antiguos númenes de la luz junto a Selene y Helios, lo cual es coherente con la función del candelabro y la simbología funeraria correspondiente: al ser mortal uno de los dos hermanos, Zeus les había concedido alternarse entre el Infierno y el Olimpo.
Comparable con la producción de pequeños bronces etruscos de la edad clásica tardía, es atribuible a una fábrica de Vulci.