Museos Vaticanos

En el tondo del interior está representada una ménade a la carrera con un tirso y una serpiente arrollada en un brazo. En el exterior se desarrollan dos escenas: A. quizá un combate entre Hércules y las Amazonas (muy incompleto); B. Néstor, Antíloco y escena de adivinación.
Néstor, identificado en la inscripción, está al lado de un joven, con túnica corta, el cual está dando a un guerrero el hígado de una víctima sacrificial para el extispicium (adivinación examinado el hígado del animal sacrificado). El guerrero, que lleva una coraza sobre el quitón, con yelmo corintio y escudo hoplita (toro por episema), es identificable con Antíloco, hijo de Néstor, a quien Aquiles amaba, destinado a perecer a manos de Memnón [cfr. Ánfora del Pintor de la figura doliente del Vaticano]. Cierra a la derecha una cuadriga, en la cual está a punto de montar un personaje con largas vestiduras identificado con Iris, mensajera de los dioses. En frente se halla un joven amantado, con una corona de hojas de hiedra.
Se atribuye a Oltos, una de las personalidades de referencia de la primera producción de figuras rojas, cuya predilección era la decoración de kýlikes, con recurrentes temas épicos del ciclo troyano y temas dionisíacos.