Museos Vaticanos

El hermoso mosaico, hecho con pequeñas teselas de pasta de vidrio y esmaltes colorados, adornaba el suelo de un triclinio en una villa de la época de Adriano en el Aventino. El tema decorativo es el de asàrotos òikos, "suelo sin barrer", ideado en el siglo II a.C. por Sosos de Pérgamo y aquí representado por el artista Heráclito que incluyó su firma. El mosaiquista ha realizado un suelo lleno de desperdicios de comida, tal y como se quedaría tras un suntuoso banquete: se pueden ver restos de frutas, espinas de pescado, huesos de pollo, moluscos, conchas e incluso un ratón royendo una cáscara de nuez. La consistencia de los temas representados se consigue a través de un eficaz juego de colores de las sombras proyectadas sobre el fondo blanco del suelo. En correspondencia con la entrada original de la habitación, hay una representación con máscaras teatrales y objetos rituales; en el centro se halla parte de una compleja escena nilótica.