Museo Gregoriano Profano

Museo Gregoriano Profano

El Museo Gregoriano Profano fue fundado en el Palacio Apostólico de Letrán por voluntad de Gregorio XVI Capellari el 16 de mayo de 1844. En esta sede se exponían los hallazgos de las excavaciones arqueológicas pontificias realizadas en las últimas décadas en Roma y en sus alrededores (Cerveteri, Veyes, Ostia); a estos materiales se añadieron muchas de las antigüedades que anteriormente se encontraban en los almacenes de esculturas. En los años sesenta del siglo XX todas las colecciones de Letrán se trasladaron al Vaticano, donde en junio de 1970 se inauguró esta nueva zona expositiva.
El proyecto arquitectónico, fuertemente alentado por el papa Pablo VI, se encomendó al estudio de Vincenzo, Fausto y Lucio Passarelli. El edificio disponía de mucha luz natural, que se difundía a través de grandes vidrieras y claraboyas, gracias a la ausencia de netas divisiones del espacio. En efecto, los diafragmas entre las áreas de exposición están a menudo constituidos por rejillas metálicas, a los cuales están anclados muchos de los materiales, incluso para proporcionar extrema flexibilidad a la disposición, que tiende a destacar los contextos originales.
El Museo Gregoriano Profano documenta momentos y temas diferentes del arte clásico a partir de la antigua Grecia hasta llegar a finales de la Roma imperial. La visita al museo comienza desde las esculturas de la sección de los originales griegos, compuesta en su mayoría de estelas funerarias, relieves votivos y fragmentos de esculturas arquitectónicas. La visita continúa a través de los espacios dedicados a las copias y a las reproducciones de originales griegos realizados en la época romana, que incluyen sobre todo retratos y esculturas. Adquiere mucha importancia la escultura de la época romana imperial, documentada por importantes obras procedentes de edificios y monumentos públicos y privados, además de retratos y estatuas icónicas; junto a éstas destaca una amplia colección de escultura funeraria (urnas, altares, sarcófagos).