Museos Vaticanos

El resto arqueológico, cuya posible proveniencia son las catacumbas, se enmarca en la producción de muñecas en marfil o en hueso —más barato—, que al parecer se desarrolló a partir de la plena edad imperial romana. Pertenece al grupo de los ejemplares más bellos, además en marfil, caracterizados por una meticulosa elaboración de los cuerpos, con una atenta realización de las formas anatómicas, rasgos del rostro cuidados y peinados acabados que imitan los modelos en boga en el momento de la realización. El peinado de la muñeca vaticana, con cabellos que caen ondulados sobre el cuello y que, recogidos en un rodete están levantados hasta lo alto de la cabeza, forma parte del tipo "yelmo", y, aunque cuenta con amplias reminiscencias de los peinados de la edad severiana tardía, se ha relacionado con una serie de retratos femeninos de edad tetrárquica, que permiten fechar la pequeña obra de arte ebúrnea entre fines del siglo III e inicios del siglo IV d.C.