Apertura extraordinaria de la Scala Santa
Apertura extraordinaria de la Scala Santa

Apertura extraordinaria de la Scala Santa

Transitables los peldaños de mármol originales

11 de abril - 9 de junio de 2019
Santuario Pontificio de la Scala Santa, Roma

El jueves 11 de abril abre de nuevo al público, de forma extraordinaria y durante sólo 60 días, la Scala Santa del Santuario Pontificio en la plaza de san Juan de Letrán en Roma, cerrada para restaurarla desde el verano pasado.
La escalinata —que según la tradición cristiana sería la misma que Jesús subió en el palacio de Poncio Pilatos en Jerusalén el día que fue condenado a muerte, y que santa Helena hizo transportar a Roma en el año 326— será accesible para fieles y visitantes en su estado original, hasta el 9 de junio, solemnidad de Pentecostés.

Después de casi 300 años, los 28 escalones de mármol se presentan por primera vez sin la cobertura lignaria que por voluntad del papa Inocencio XIII desde 1723 los protegía de la consunción debida al intenso flujo de peregrinos que durante siglos los han subido devotamente de rodillas.
Por tanto, durante dos meses, excepcionalmente, será posible recorrer la escalinata sin el entablado de madera de nogal —actualmente en restauración gracias al legado de la Sra. Lucia Caprara— y acercarse a los puntos especialmente sugestivos y sagrados, donde se cree que Cristo dejó huella de su sangre. Tres cruces medievales, engastadas en el mármol como recuerdo de ese acontecimiento, vuelven a ser visibles hoy: la primera de pórfido al inicio de la escalera, otra de bronce al final, y la tercera en el undécimo peldaño, sobre el cual según la tradición cayó Jesús, rompiendo el mármol con la rodilla.

Bajo la dirección técnica y científica de los Museos Vaticanos, con la contribución de los Patrons of the Arts in the Vatican Museums, los restauradores han sacado a la luz el mármol antiguo, recuperando de debajo de la cobertura de madera una infinidad de notas manuscritas, ex voto, monedas y fotografías de los fieles, que conservan ahora los Padres Pasionistas, custodios del Santuario desde 1853 por voluntad del papa Pío IX.