Museos Vaticanos

Un triunfal retorno a casa el que ha tenido el Retablo de los Decenviros de Perugino, que —después de que en Perusa haya sido posible admirarlo de nuevo en su unidad y belleza originales con ocasión del evento expositivo que acaba de concluir— seguirá mostrando su esplendor, siempre recompuesto de forma excepcional y temporal, desde el 8 de febrero hasta el 30 de septiembre.
Una ocasión imperdible, que nace de la buena y provechosa colaboración entre los Museos del Papa y la Galería Nacional de Umbría, para admirar también en la Pinacoteca vaticana la recomposición del célebre retablo del maestro umbro: la tabla con la Virgen en el trono con el Niño y Santos de los Museos Vaticanos reintroducida en su espléndido marco original y reunida al cimacio, en el que está representado el Cristo in pietà del museo perusino.

Las dos pinturas, realizadas en 1495 para la Capilla del Palacio de los Priores de Perusa, fueron separadas en 1797, como consecuencia de las requisas francesas, que llevaron a París solo la tabla grande. El marco y el cimacio, en cambio, se dejaron en el Palacio.
Después de la destitución de Napoleón, la tabla no se restituyó a Perusa, sino que por disposición de Pío VII, entró a formar parte de la Pinacoteca vaticana.

El año de las celebraciones rafaelescas por el cincuentenario de la muerte del artista de Urbino —el Año Sanzio por usar un neologismo— se abre en el Vaticano con la reconstrucción de una de las obras más significativas de su maestro, Pietro Vannucci llamado el «Perugino».