Historia
Laboratorio de restauración de mosaicos

Laboratorio de restauración de mosaicos

El Laboratorio de restauración de mosaicos fue instituido a fines de los años treinta para la conservación no sólo de las obras internas de los Museos Vaticanos, sino también para salvaguardar todos los mosaicos presentes en los territorios de la Santa Sede; con la excepción de los que se encuentran en la Basílica de San Pedro, que en cambio son de competencia de la Reverenda Fábrica.
El primer responsable del Laboratorio fue el mosaiquista Romualdo Mattia, a quien sucedió en 1952 el hermano Pío, que sucesivamente se sirvió de la colaboración del sobrino Renato. Este, a su muerte en 1971, asumió el cargo hasta 1978.
En 1993 el restaurador Roberto Cassio —heredero de una larga tradición familiar en el arte del mosaico— se hizo cargo de la dirección del Laboratorio y lo sigue coordinando en nuestros días.
Con la nueva gestión, se dio un renovado impulso a la estructura mediante el estudio y la adopción de diversas metodologías para la restauración, reservando cada vez más importancia a la obra y a su conservación respetando su originalidad.
Además de la figura del coordinador, la plantilla del Laboratorio está constituida por otros dos restauradores profesionales.