Gregorio XVI (1831-1846)

GREGORIO XVI (1831-1846)

GREGORIO XVI (1831-1846)

Se abren tren nuevos museos: el Etrusco, el Egipcio y el Gregoriano Profano

GREGORIO XVI (1831-1846)


El Papa Gregorio XVI, al que la prensa propagandista italiana liberal y del Resurgimiento considerara un símbolo de reacción y oscurantismo, en realidad demostró ser un intelectual muy culto, un mecenas generoso y sensible a las tendencias artísticas de su siglo. En efecto, a Gregorio XVI Cappelari debemos la fundación del Museo Gregoriano Etrusco en 1837 y del Museo Gregoriano Egipcio en 1839.

El Museo Gregoriano Etrusco expone las piezas provenientes de las excavaciones realizadas en la Etruria meridional desde 1828 en adelante y guarda, entre muchas obras maestras, el llamado Marte de Todi, la escultura de bronce más célebre y más bella de la Italia antigua. El Museo Gregoriano Egipcio conserva, además de las colecciones ya presentes en el Vaticano y en el Museo Capitolino, los hallazgos arqueológicos provenientes de las diversas exploraciones efectuadas en Egipto.
Es de especial interés la Galería de los Tapices, montada en 1838 con la serie de tapices flamencos de la llamada Scuola Nuova (Nueva Escuela), realizados en la manufactura de Pieter van Aelst en Bruselas a partir de dibujos de los discípulos de Rafael en tiempos de Clemente VII (1523-1534). Dichos tapices se expusieron por vez primera en 1531 en la Capilla Sixtina.
Los tapices de la Scuola Vecchia (Vieja Escuela), en cambio, presentes en la Pinacoteca Vaticana y tejidos en tiempos de León X (1513-1521), fueron realizados según los cartones de Rafael.
En la actualidad la Galería alberga una colección de tapices de distintas manufacturas de los siglos XVI y XVII.

En 1838 el Pontífice decide destinar a la pintura de época romana la llamada Sala de Sansón, decorada por voluntad del Papa Pablo V en 1605 con frescos de Guido Reni sobre las Historias de Sansón. Entre estas pinturas figuran las Bodas Aldobrandinas, de las que deriva el nombre de Sala de las Bodas Aldobrandinas.

En 1844 Gregorio XVI funda en el Palacio Apostólico de Letrán el Museo Profano de Letrán. La colección documenta copiosamente y con elementos de prestigio la civilización romana todavía pagana, con estatuas, bajorrelieves y mosaicos descubiertos durante las excavaciones arqueológicas pontificias ejecutadas decenios antes en Roma y alrededores (Cervéteri, Veyes, Ostia). A estos materiales se suman muchas de las antigüedades que hasta ese momento, por falta de espacio en los Palacios Vaticanos, descansaban en los almacenes de esculturas.