El Departamento de colecciones etnológicas Anima Mundi de los Museos Vaticanos está al cuidado de una colección muy variada, proveniente de todas las zonas geográficas del mundo y de todas las épocas históricas. Arte y culturas de los pueblos de Australia y Oceanía, de las Américas, de África y de Asia, además de una nutrida colección de piezas prehistóricas. El abanico es muy amplio: desde el arte islámico al arte precolombino, testimonios culturales de los Samis del Norte de Europa y piezas que recibió como regalo, en el lejano 1691, el Papa Inocencio XII.

El principio fundamental que guía la actividad de investigación del Departamento sobre esta vasta colección es la re-conexión: las más de 80.000 obras, en efecto, las recibieron como regalo los Pontífices a lo largo de los siglos, provenientes de todo el mundo y desde 2009, mediante investigaciones de archivo y otras metodologías, se ha trabajado para identificar cuáles eran sus comunidades de origen. Sucesivamente, se realizaron visitas a estos lugares para comprender, dialogando directamente con estas personas, el sentido profundo y último de la donación que sus antepasados habían enviado a Roma. De este modo se ha llevado dentro de los Museos Vaticanos la perspectiva específica y particular de los distintos pueblos: son ellos mismos, en cierto sentido, quienes hablan de sus obras a los visitantes que las admiran, así como a quienes las conocen y las estudian mediante las publicaciones.
El mismo principio de re-conexión, de hecho, guía la redacción de los artículos científicos y de los catálogos del Departamento, también fruto de valiosos intercambios de información con estudiosos, expertos del sector y responsables de prestigiosos museos de todo el mundo. Los catálogos, en particular, se dividen en tres niveles: el primero de carácter divulgativo de la colección (ya publicado: Ethnos, 2012); el segundo presenta una introducción a las colecciones de cada continente (ya publicado: Las Américas, 2015; se publicará próximamente: Oceania); el tercero y último, es un ahondamiento detallado de una colección específica (ya publicado: Australia, 2017). Las otras áreas geográficas y culturales hace años que están en fase de estudio, ahondamiento e investigación con vistas a futuras publicaciones.
En virtud de este mismo principio se ha desarrollado, desde hace varios años, una acción de repatriación de los restos humanos que forman parte de las colecciones etnológicas: una tzantza ecuatoriana, por ejemplo, ya se repatrió en 2017, después de años de diálogo fecundo con las comunidades de origen. Un proceso semejante se está concluyendo para los últimos restos humanos que se encuentran en el Departamento: tres momias de época incaica, provenientes de Perú.
Una última —pero no por importancia— expresión de este enfoque la encontramos en la organización de exposiciones en los países de origen de las obras, como sucedió en 2012 en Cuba, en 2014 en los Emiratos Árabes Unidos y en 2019 en China, en Pequín: fueron todas ocasiones en las cuales se llevaron las obras enviadas a los Pontífices en exposición «a su casa».

Actualmente el Museo Etnológico Anima Mundi está trabajando en la renovación —gradual y completa— de su exposición permanente. Las obras que la componen se seleccionan atentamente entre las miles de obras de la colección, siempre después de haber consultado a las comunidades de origen, para tomar cada decisión respetando sus diversas sensibilidades culturales y espirituales.