Sala IX. Relieves e inscripciones de los palacios asiros

La sala IX está dedicada a los relieves provenientes de Asiria (Irak septentrional) fechados entre los siglos IX y VII a.C. Las empresas de los soberanos que extendieron las fronteras del primer gran imperio de la historia de Persia hasta el Mediterráneo, de Anatolia a Egipto, fueron grabadas en las paredes de los grandes complejos palaciegos de Khorsabad, Nimrud y Kuyunjik, a través de la realización de ciclos de relieves esculpidos que se caracterizan por su monumentalidad y minuciosidad de detalles.
El tema, épico-narrativo y mítico-simbólico, se expresa mediante la representación de escenas de caza, guerra, cortejos de dignatarios, transporte de esculturas, figuras mitológicas. Esas imágenes se sucedían en las paredes de los palacios según un programa preciso de celebración de la grandeza asira, en el cual imágenes y textos se ligaban a la figura del soberano y contemporáneamente también a la majestuosidad del edificio.
Estos relieves representan también el primer gran descubrimiento del arte mesopotámico de parte de Europa, al ser de los primeros restos hallados en el siglo XIX en las expediciones arqueológicas a Mesopotamia. Se convirtieron en núcleos fundamentales de grandes museos como el Louvre y el British, pero en parte se dispersaron en colecciones y museos menores, de India a América. Algunos relieves de la colección del Museo Gregoriano Egipcio, provenientes de Nínive, fueron donados en 1855 al papa Pío IX por Giovanni Bennhi, un católico iraquí de Mosul, que participó en varias excavaciones arqueológicas en Mesopotamia.