NICOLÁS V (1447-1455)
ALEJANDRO VI (1492-1503)
Beato Angélico y Pinturicchio decoran las estancias privadas de los Pontífices
Los Museos Vaticanos, "el Museo de los Museos", no sólo albergan las exquisitas colecciones de arte, arqueología y etno-antropología creadas por los Pontífices a lo largo de los siglos, sino que también incluyen algunos de los lugares más exclusivos y artísticamente significativos de los Palacios Apostólicos.
Antes de recorrer la historia de las colecciones de los museos, el relato no puede menos que detenerse en los ambientes que los Papas eligieron en distintas épocas como lugares privados de residencia u oración. Comenzaremos, en orden cronológico, por la Capilla Nicolina y el Apartamento Borgia.
Durante el primer año de su Pontificado, el Papa Nicolás V Parentucelli llama a Beato Angélico para que decore la capilla privada de sus apartamentos, ubicados en el Palacio Apostólico. El Pontífice, uno de los humanistas más eminentes de la época, encarga al famoso artista y fraile dominicano una serie de frescos dedicados a San Esteban y San Lorenzo: Beato Angélico plasma en las paredes episodios que relatan narran momentos de sus vidas, tomados de los "Hechos de los Apóstoles".
Las decoraciones, repletas de detalles y citas cultas, hacen de la Capilla Nicolina un ejemplo perfecto del vínculo entre el pensamiento religioso y el pensamiento humanístico en el arte pictórico cuatrocentista.
Entre 1995 y 1996 se realiza una restauración magistral de las obras de Angélico que decoran el antiguo lugar privado de oración de Nicolás V.
El sucesor de Nicolás V, el Papa Alejandro VI Borgia, decide habitar en el ala más reservada del Palacio Apostólico y encarga su decoración a Bernardino di Betto, llamado el Pinturicchio. En 1494, completada la obra, un admirable ciclo de frescos decora los distintos ambientes que se suceden. Tras la muerte del Pontífice, esas estancias cayeronen el abandono. No fue hasta finales del siglo XIX que el Apartamento Borgia abrió sus puertas al público.
En la actualidad, buena parte de las salas construidas por voluntad del Papa Alejandro VI están destinadas a la exposición de la Colección de Arte Contemporáneo, inaugurada en 1973 precisamente por Pablo VI.