Museos Vaticanos

En el tondo interno está representado un hombre anciano, la cabellera y la barba pintadas de blanco, que observa a un joven guerrero mientras se viste. El viejo, con el bastón colgando del antebrazo, sujeta el yelmo del joven dirigiéndole la mirada mientras le acerca una alforja. El guerrero, que ya se ha puesto la coraza, ahora se ha agachado para calzarse las espinilleras. Entre los dos yace el escudo, mientras que la lanza está plantada en el suelo con la contera. En el exterior el motivo se repite con un tono menos patético: guerreros en edad madura, barbados, se arman, asistidos por hombres más jóvenes y muchachos.
El Pintor de Brygos —que toma el nombre del alfarero que firma 14 kýlikes y de las cuales pinta cinco—– es un maestro de estilo severo de las primeras dos décadas del s. V a.C., contemporáneo del Pintor de Berlín y de Douris.