Museos Vaticanos

La estatua fue adquirida por Pablo III (1534-1549) para decorar un nicho del Patio de las Estatuas en el Belvedere. La obra fue descubierta en torno al año 1540 en los jardines que rodean el mausoleo de Adriano, hoy Castillo del Santo Ángel, por lo que se creyó durante mucho tiempo que se trataba de una representación de Antínoo, el favorito del emperador Adriano. La obra, de la época de Adriano, representa a Hermes en su papel de psicopompo, es decir, el que acompaña a los difuntos en el camino hacia ultratumba.
La divinidad se representa a la espera del difunto, en actitud melancólica y con la mirada dirigida hacia abajo; la capa de viaje se encuentra sobre la espalda y doblada sobre el antebrazo. La escultura (Andros-Farnese) es bien conocida y se inspira en las creaciones de bronce de la escuela de Praxíteles.