Campana “de Canino”
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Campana “de Canino”
La campana broncínea fue hallada en Canino (Viterbo) y se caracteriza por sus pequeñas dimensiones y la forma “ovoide”, típica de los ejemplos más antiguos, de los cuales este se indica tradicionalmente como el primero que ha llegado hasta nosotros (¿siglo VIII?). Dos orificios triangulares, debajo de los cuales hay cruces con extremidades en forma de voluta, responden a la función de mejorar la acústica, según las indicaciones de los tratados medievales. A lo largo de la base se encuentra el texto de una inscripción grabada, parcialmente conservada, que según una reciente interpretación podría corresponder a la firma del artífice:
«Vivencio [- - -] en honor de Nuestro Señor Jesucristo y de San Miguel Arcángel [- - -]»
En ámbito cristiano a partir del siglo VI existen fuentes que atestan el uso litúrgico de las campanas para llamar a los fieles a las funciones religiosas, con especial referencia a los contextos monásticos: en breve tiempo, la difusión generalizada de este uso hará de las campanas uno de los símbolos de la cristiandad occidental.