Museums at Work
El Crucifijo de Alessandro Algardi
Sala XVII, Pinacoteca
El Crucifijo del escultor boloñés Alessandro Algardi (1598-1654), expuesto por última vez en 1999, regresa excepcionalmente a una muestra desde el 14 de febrero en la Pinacoteca de los Museos Vaticanos. La obra en exposición es, en realidad, el modelo preparatorio que el artista realizó en arcilla para su fusión en bronce. El propio Algardi lo donó en 1653 a Vincenzo Monticelli, rector y capellán de la iglesia de Santa Marta en el Vaticano, donde fue colocado antes de que Cristoforo Segni, Mayordomo del papa Inocencio X, hiciese construir su capilla sepulcral para ubicar allí la obra. El Crucifijo permaneció en la iglesia hasta 1930, año en que, como consecuencia de su demolición, pasó a la capilla dedicada a Santa Marta en la iglesia del Palacio del Governatorato, desde donde llegó a los Museos del Papa. Del original en bronce, lamentablemente, se perdió el rastro, aunque como recuerdo de la obra se conserva un grabado atribuido al pintor Giovanni Francesco Grimaldi que representa el Crucifijo en la iglesia de San Juan y San Petronio de los Boloñeses en Roma durante las exequias del Marqués Ludovico Fachinetti. Agostino Franzone realizó una segunda versión, que en 1677 se colocó en su capilla de familia, en la iglesia de San Víctor y San Carlos en Génova.
En un enlace ideal y simbólico, compartirá con el Crucifijo el sugestivo espacio de la Sala XVII de la Pinacoteca vaticana el “boceto” en terracota para la fusión del Bautismo de Cristo atribuido a la mano del propio Algardi. El pequeño modelo testimonia la predilección que el escultor boloñés tenía por la creta y por las obras de pequeñas dimensiones en las que trabajó desde los exordios de su carrera.