Museos Vaticanos

Ambientada en un bosque, una escena de velatorio centrada en una figura femenina (cabe notar la ejecución convencional del encarnado en blanco), quizá identificable con Eos, la Aurora, que llora sobre el cuerpo del hijo Memnón, desnudo sobre un lecho de frasca, después de llevarlo de nuevo a Etiopía. Los árboles a sus espaldas acogen las armas y el quitón de Memnón. El rey de los etíopes acudió en ayuda de los troyanos a la cabeza de un ejército y, tras matar a Antíloco hijo de Néstor, cayó a su vez a manos de Aquiles. Eos lleva las armas en la cabeza, aferrando un mechón de cabellos, llorando y en gesto de luto. Según el mito, de sus lágrimas brotaron las gotas del rocío.
En la parte opuesta está representado el episodio de Menelao que recupera a Helena después del saqueo de Troya. El rey de Esparta, vestido de hoplita, amenaza con una espada a la mujer infiel, aferrándole la capa.
El Pintor de la figura doliente del Vaticano (o del Vaticano 350), llamado así por este vaso, es un ceramógrafo ático muy cercano a Exequias y al Grupo E; se considera que para el episodio de Eos y Memnón se inspiró en una pintura del maestro.