Departamento de antigüedades etrusco-itálicas
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El Departamento tiene competencia sobre las antigüedades etruscas e itálicas expuestas en el Museo Gregoriano Etrusco, incluidos los sectores denominados Colección de los Vasos y Antiquarium Romanum, y sobre las que se conservan en los depósitos. Se trata de cerca de 15.000 obras inventariadas, de las cuales casi 4.000 se presentan en exposición.
El Museo, creado por voluntad del papa Gregorio XVI de quien lleva el nombre, fue inaugurado el 2 de febrero de 1837. Fue el primer museo específicamente dedicado a las antigüedades etruscas después de la fundación en el s. XVIII de la Academia Etrusca de Cortona y del Museo Guarnacci de Volterra.
Su apertura coronó una temporada apasionante de excavaciones y descubrimientos realizados en los años anteriores en las áreas de algunas de las ciudades más importantes de la antigua Etruria, que en aquel entonces se encontraban en el territorio del Estado Pontificio, en particular Vulci, Cervéteri y Tarquinia.
En el Museo confluyeron también obras que ya estaban en el Vaticano desde el s. XVIII y que a veces eran fruto de un coleccionismo más antiguo. Desde su fundación ocupa el Apartamento de retiro de Tor dei Venti, en la planta noble del edificio que iniciaron Miguel Ángel y Girolamo da Carpi en 1550 para Julio III y terminó en 1564 Pirro Ligorio durante el Pontificado de Pío IV, con la majestuosa escenografía del Hemiciclo que domina el Patio de la Piña, usado por los Papas entre la segunda mitad del s. XVI y la primera mitad del s. XVII. Su último ilustre inquilino fue el cardenal Francesco Saverio de Zelada (1717-1801), que se alojó allí entre 1780 y 1798 aproximadamente, en calidad de Bibliotecario y después de Secretario de Estado de Pío VI (Giovanni Angelo Braschi, 1775-1799).
Con el fin del Estado Pontificio (1870), y por consiguiente de sus competencias territoriales, el Museo crece sólo esporádicamente, aunque con incorporaciones de notable importancia: como la adquisición de la Colección Falcioni en 1898, la donación de Benedetto Guglielmi a Pío XI en 1935, la donación de Mario Astarita a Pablo VI en 1967 y la adquisición de la colección Giacinto Guglielmi en 1987.
A lo largo del s. XX, con nada menos que cuatro reestructuraciones, el Museo casi triplicó su superficie, de las 7 salas iniciales a las 22 actuales, por un total de más de 2.000 metros cuadrados, utilizando también el ala erigida en tiempos de Pío VI y el Palacio cuatrocentista de Inocencio VIII.
Desde 1900 el Museo está al cuidado de un arqueólogo especialista. Después de Bartolomeo Nogara, pionero de la etruscología, se han alternado: Filippo Magi, Francesco Roncalli di Montorio, Francesco Buranelli y Maurizio Sannibale, responsable actual.
Un gran número de publicaciones científicas, en constante aumento, ilustran los distintos sectores de la colección, con estudios de corte monográfico.