Departamento de arte de los siglos XVII-XVIII
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El Departamento, originalmente unido a los sectores del Arte Bizantino, Medieval y de los siglos XV y XVI, nace en 2008 con el nuevo Reglamento de los Museos Vaticanos y concentra su actividad en las obras de arte de los siglos XVII y XVIII, a las que se añade toda la actividad del gran escultor del Véneto Antonio Canova (1757-1822). La tutela y el cuidado del Departamento, por tanto, abarcan las obras de arte de los Museos y los Jardines Vaticanos, las zonas de Palacio y los espacios museísticos cronológicamente relativos. El Departamento se ocupa directamente del cuidado y la valoración de la colección de pinturas de los siglos XVII y XVIII.
La colección, iniciada alrededor de 1790 por el papa Pío VI, comprende las obras maestras del período barroco que incluyen obras de los mayores artistas de la época, entre los cuales Caravaggio, Nicolas Poussin, Guido Reni, Andrea Sacchi, Guercino, Valentin de Boulogne, que se despliegan en el magnífico espacio octogonal de la sala XII de la Pinacoteca, ideado por el arquitecto Luca Beltrami en 1932 como uno de los epicentros de la colección. La colección comprende, además, las pinturas de los grandes protagonistas del arte de fines del s. XVII y del clasicismo del s. XVIII, preciosos testimonios tanto de la gran tradición sacra romana como del Siglo de las Luces y del Grand Tour.
La actividad del Departamento consiste en la gestión diaria de la colección mediante el estudio y la catalogación de las obras, las restauraciones y la organización de los espacios museísticos con itinerarios didácticos y montajes temporales o permanentes; paralelamente el Departamento desempeña actividades de investigación científica en sostén de las restauraciones y estudios especializados para ahondar los conocimientos del patrimonio vaticano. Tales actividades se completan con la debida divulgación de los resultados mediante la participación en congresos, las publicaciones y la organización de conferencias y jornadas de estudio. La centralidad que ha tenido durante siglos el arte vaticano implica, además, provechosos intercambios de información con la comunidad científica, y a menudo es ocasión para colaboraciones transversales con las instituciones nacionales e internacionales más diversas.